«Aaaaah, París… la ciudad del amor, la Torre Eiffel, los croissants en una terraza y un selfie en Montmartre». Te suena familiar, ¿verdad? Pero, seamos honestos: a veces sentimos que París ya está tan fotografiada y visitada que puede parecer un destino sin sorpresas. Y sin embargo, cada rincón guarda una historia, una mirada distinta, una experiencia transformadora.
París no es solo un lugar que visitas, es una ciudad que te transforma si sabes cómo vivirla. En este artículo voy a dejarte cómo me gusta pasear por París, sin perderte lo esencial. Disfruta de este paseo por París.
Un paseo por París
Moverse por París en coche es como intentar bailar tango en una pista de hielo: posible, pero poco recomendable. El tráfico es denso, los conductores no tienen paciencia y aparcar es un lujo. Por suerte, tienes a tu disposición una de las redes de transporte público más eficientes de Europa. Para mi, lo mejor es usar el metro si estás en la ciudad y el tren subterraneo (RER) si necesitas trayectos más largos.
Para moverte puedes usar las apps «Citymapper» o «Bonjour RATP» para planificar rutas, saber el estado del servicio en tiempo real y calcular el tiempo de trayecto y los pases turísticos, “Paris Visite” que te permite viajes ilimitados por un número determinado de días.
Ni que decir tiene que debes visitar las estaciones Louvre-Rivoli o Arts et Métiers, son joyas arquitectónicas en sí mismas.
Bien, lo que para mi no te puedes perder es, en orden de prioridad:
- Basílica del Sagrado Corazón: La colina de Montmartre te regala una de las mejores vistas de la ciudad. Ve al atardecer con un picnic improvisado y vas a disfrutar como nunca. No dejes pasar por alto dar un paseo por Montmartre. Imprescindible.
- Arco del Triunfo y Campos Elíseos: Más que un monumento, es una postal viviente. Sube al Arco para ver París desde otra perspectiva y disfruta de un largo paseo por los Campos Elíseos.
- Notre Dame: Aunque sigue en restauración, su entorno y vista desde el Sena siguen siendo mágicos.
- Torre Eiffel: Sube al atardecer y quédate a ver el espectáculo de luces. Es impresionante ver todo París con esta luz. Ah!, compra entradas online para evitar filas.
- Museo de Orsay: Ideal si te gustan los impresionistas. Más manejable que el Louvre y con una vista encantadora del Sena.
- Barrio Latino: Cuna de intelectuales y estudiantes, con cafés históricos y librerías como Shakespeare and Company.
- Museo del Louvre: Este museo es más que la Mona Lisa, es un laberinto de arte e historia. Llega temprano y enfócate en una ala por visita.
Existen muchos sitios más, como el Barrio Le Marais o Saint-Germain-des-Prés entre otros muchos, pero para mi, esto es lo imprescindible. Y es que, París puede ser mil cosas: cliché o descubrimiento, postal o poema. La diferencia está en cómo decides recorrerla. Si llegas con curiosidad, respeto por su cultura y ganas de caminar más allá del mapa turístico, te garantizo que vivirás una experiencia que quedará contigo para siempre.