Cuando pensamos en vacaciones, es inevitable pensar en cientos de lugares, miles de situaciones y actividades que puedes hacer. Por eso elegir un lugar apropiado puede ser todo un desafío.

En mi caso, teniendo en cuenta que hace varios años que mis viajes han sido muy cortitos y sin salir de Europa he decidido cambiar y, este año, me he liado la manta a la cabeza y nos vamos a ir a visitar y conocer USA. Si, ni corto ni perezoso, este año toca un cambio de continente. Este año, las vacaciones de 2025 a USA.

Vacaciones de 2025 a USA

Pues si, este año, me he animado y voy a hacer un viaje más largo que en los últimos años. Si no recuerdo mal, el último gran viaje fue el de Vietnam. Y ya ha llovido de ese. Bueno, pues este año, aprovecho también para casarme por allí y hacer un completo. Si, está siendo una verdadera locura y de las buenas.

Si volvemos al tema del viaje, que es lo que nos importa, la idea del viaje es recorrer New York city, Las Vegas, Los Angeles y San Francisco. Un viajecito muy completo y muy variopinto en 14 días.

Todavía no tengo muy claro qué es lo que quiero ver de cada ciudad. Evidentemente, debo ver lo más emblemático, ya sabes, Central Park y la 5º Avenida de New York, los casinos de Las Vegas, Beverly Hills y el paseo de la fama de Los Angeles y las playas de Santa Mónica y Alcatraz y el Golden Gate de San Francisco. Esto es lo que siempre hay que ver, ya sabes el ‘obligatorio’, pero todavía estoy pendiente de cerrar esos otros puntos y actividades que también sería divertido visitar o conocer. Ya sabes a lo que me refiero.

De momento estoy en el proceso de buscar información y aprender sobre todo lo que tienen estas ciudades y que no me debo perder bajo ningún concepto. De hecho, una de las cosas que pretendo hacer con mi chica, nada más llegar, es hacer un poco de footing por Central Park y por los parques y circuitos anexos. Es una chorrada, pero me parece algo muy divertido y que no olvidaremos fácilmente.

En este punto estoy, en la búsqueda de información y consejos para este tipo de viajes tan largos y durante tanto tiempo.

Estoy seguro que lo disfrutaré y que será un viaje inolvidable.

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Llevo casi 15 años haciendo todas mis fotos en formato RAW. He probado muchos programas para gestionar toda esta información, y, aunque estemos hablando que sólo manejo unas 100.000 fotografías en este tiempo estoy empezando a plantearme dejar de hacer las fotografías en RAW y quedarme sólo con las fotos en JPG. El JPG que extráiga la cámara con la configuración que tenga. Porque estoy empezando a hacer fotos en JPG y no en RAW?, lo veras ahora.

Hacer fotos en JPG y no en RAW

Hay que ser consciente que hacer fotografías en RAW te permite mayor flexibilidad para editar fotos y tener más rango dinámico entre cosas, todo ello para conseguir salvar esas fotos que no salieron como querías, pero, para mi, después de todo este tiempo y tener varios cientos de GB de imágenes hacen que me lo plantee muy en serio.

De hecho, uno de las causas por la que estoy empezando a hacer las fotos con JPG es esa, el tamaño de las imágenes. Normalmente mis fotos no sales de mi disco duro, rara es la foto que imprimo o que presento a algún concurso de fotografía o, incluso que logro vender. Lo normal es que, una vez que tengo la foto hecha, la edito un poco para mejorar las luces y la exporto a JPG si me gusta mucho. En caso que sea una foto más, no vuelvo a abrirla en años. Por eso, creo que es innecesario tener tanta cantidad de espacio ocupado con imágenes que no me importan y que no voy a volver a usar nunca.

Otro tema es la necesidad de procesamiento y editado. Uso macintosh y, normalmente, puedo previsualizar las imágenes, pero hay ocasiones en las que necesito procesarlas, ya sea para poder enviarlas a algún amigo, o, simplemente, para abrirla en otros sistemas operativos. Esto, no deja de ser una tarea más qu tengo que realizar sólo por poder compartir las fotos.

Por no hablar del tamaño de la imagen. No me refiero ahora al tamaño que ocupa en el disco duro, sino en el tamaño que me va ocupando en la tarjeta de memoria. Como puedes comprobar, en todas las salidas fotográficas que pueda hacer al año, o en los viajes que realizo, debo llevarme varias tarjetas de memoria porque, si empiezo a hacer fotos puedo llenarlas en 2 días y, nunca se sabe cuando vas a tener conexión para poder volcar el contenido de las tarjetas con seguridad.

Por todo esto, como podrás comprobar, no creo que merezca la pena seguir usando la configuración que tengo para RAW en todas las fotos. Eso si, tampoco estoy diciendo que no lo vaya a usar nunca. De momento estoy siendo mucho más selectivo con la configuración y estoy eligiendo muy bien las salidas y los viajes en los que voy sólo con JPG y sólo con RAW. Quiero ver si de verdad puedo vivir sin la configuración RAW en la cámara.

Tu ya lo has probado?, tu cómo lo haces, cuéntame.

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Hace tiempo estuve leyendo varios artículos sobre Malos hábitos fotográficos y estuve haciendo un análisis de los hábitos, y estos han sido mis malos hábitos fotográficos.

No he leído el manual

Tengo 2 cámaras, Nikon y Ricoh, y sólo he abierto el manual de ambas cuando he tenido que revisar algo muy puntual, pero eso de leer ‘Capítulo 1. Bienvenido al maravilloso mundo de la fotografía con …‘ no lo he hecho y eso que siempre los llevo en el teléfono y ipad, pero ni aún así. He de reconocer que no lo hago con ningún dispositivo, no sé si el hecho de ser informático influye, pero me lo he puesto de propuesta para este año.

Olvidarme de la composición

En este punto no suelo caer, normalmente intento pensar en las normas de la composición pero es cierto que si me dejo llevar ya hago disparo a tontas y locas y no tengo en cuenta nada.

Uso el mismo objetivo

En la Ricoh GX200 es normal porque no permite intercambiar objetivos pero en Nikon, no he jugado a intercambiarlos y eso que cuando los cambio disfruto más con la sesión fotográfica.

No tener backups de las fotos

En este punto si que no caigo, tengo mis fotos en 2 discos duros diferentes completamente replicadas, de hecho se encarga goodsync de hacerlas y suelo hacer un backup de todo mínimo una vez al mes, así que este fallo no lo cometo

Pensar en el procesado cuando hago la foto

Otro fallo que tampoco cometo es confiar siempre en el postprocesado. Es más intento que mi postprocesado sólo sea el revelado ajustando un poco los niveles y nada más.

Usar sólo el modo automático

Normalmente lo tengo siempre controlando la velocidad de la máquina pero el modo automático siempre está tentando y, en condiciones de luz complicadas tengo que usarlas porque no me merece la pena estar perdiendo tiempo en ajustar tanto la velocidad y apertura como en probar alguna composición nueva

Compartir demasiadas fotos

Reconozco que ya he pasado esa fase, ahora soy mucho más crítico que al principio, y estoy aprendiendo a valorar mejor mis fotos y es algo que, aunque parezca raro, me gusta.

No llevar tarjetas y baterias de repuesto

En esto caigo como un novato, no suelo llevar repuesto, de hecho me ha pasado en varias ocasiones llevarme la cámara y olvidarme la tarjeta de memoria, o, incluso la batería

No disparar en RAW

Eso si que no, en este no caigo, tengo todas las cámaras configuradas para que las fotos sean en RAW y bajo ningún concepto lo cambio, pese a tener compañeros y amigos que me insisten en el ahorro de espacio por disparar en JPG

No conocer la luz

Este es uno de mis grandes fallos, y es algo que debo corregir cuanto antes. Debo entender cómo influye la luz en las fotos y todavía no he podido aprenderlo.

Estos son mis fallos, los que cometo y los que no cometo, y tu, ¿qué fallos cometes?.

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Si eres amante de la naturaleza y buscas una experiencia única, descubre la magia de la Selva Negra, situada en el sur de Alemania, es el destino perfecto para ti. Esta increíble región debe su nombre a los densos y frondosos bosques que la cubrían durante la Edad Media. En aquel entonces, los árboles eran tan espesos que la luz apenas penetraba, lo que hacía que el verdor se fundiera con la oscuridad, dando lugar al evocador nombre de «Selva Negra».

Descubre la magia de la Selva Negra

Aunque el tiempo ha pasado, esta región sigue siendo un paraíso natural, con vastas áreas de bosque que se conservan en su esplendor. Los abetos blancos y las píceas dominan el paisaje, y los viajeros tienen la oportunidad de perderse entre ellos recorriendo más de 20.000 kilómetros de senderos bien señalizados, perfectos para caminatas de todos los niveles.

Para comenzar esta ruta de ensueño, os recomiendo hacerlo en Friburgo, la capital de la región. Esta ciudad universitaria combina la vida vibrante de una urbe moderna con un toque medieval irresistible. Pasear por sus calles al atardecer es como retroceder en el tiempo: las fachadas medievales, su imponente catedral gótica y el ambiente acogedor que desprenden sus plazas invitan a detenerse, relajarse y disfrutar. Además, Friburgo es famosa por sus excelentes vinos, ¡una parada obligada para los amantes del enoturismo!

Desde Friburgo, la aventura continúa hacia los pintorescos pueblecitos de San Märgen y San Peter, enclavados en las laderas del Macizo de Kandel. Estos pequeños pueblos son perfectos para quienes buscan tranquilidad y naturaleza en estado puro. A cada paso, podréis admirar paisajes que parecen sacados de una postal: valles verdes, cielos despejados y casitas tradicionales. Aquí, el tiempo parece detenerse.

Nuestro siguiente destino nos lleva a las alturas, hacia el imponente Monte Feldberg, que con sus casi 1.500 metros de altitud, es la cima más alta de la Selva Negra. En invierno, este lugar se convierte en un destino perfecto para los amantes del esquí, con excelentes pistas y unas vistas impresionantes. Sin embargo, la magia no desaparece en verano: en los meses cálidos, el monte ofrece oportunidades para senderismo, ciclismo y otros deportes al aire libre.

Al descender del Feldberg, nos encontramos con el pintoresco lago Titisee, un lugar perfecto para disfrutar de deportes acuáticos. En invierno, la nieve y el esquí dejan paso a la vela, el baño y el senderismo. Este lago es uno de los más bellos de la región, y sus alrededores ofrecen múltiples alojamientos donde podréis descansar y disfrutar de la deliciosa gastronomía local.

La Selva Negra es también hogar de hermosas granjas familiares, especialmente en el Valle de Elz, donde los cerezos en flor crean un paisaje de ensueño en primavera. Además, este valle es famoso por su licor Kirsch, elaborado a partir de las cerezas locales, una delicia que no podéis dejar de probar. Altamente recomendado.

Para quienes buscan una experiencia romántica, subir al ferrocarril de la Selva Negra es casi obligatorio. Este tren os llevará a través de algunos de los pueblecitos más encantadores y mejor conservados de la región, como Gengenbach, famoso por sus coloridas casas de entramado de madera y su ambiente de cuento de hadas.

Y, por último, no hay mejor manera de finalizar la ruta que en Baden-Baden, una ciudad famosa por sus baños termales. Situada en el valle del Murg, Baden-Baden ha sido un lugar de descanso desde la época romana. Sus famosas termas de Caracalla son ideales para relajarse después de días de caminata, y la ciudad en sí es un deleite para explorar, con sus parques, museos y elegantes cafés.

¿Qué os parece? ¿Nos vamos de ruta por la Selva Negra?

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Cuando piensas en Córcega, es fácil imaginar playas de aguas cristalinas y bosques densos. Pero sabías que tiene una riqueza cultural y gastronómica aparte de natural, maravillosa esta isla?

Si estás planeando una escapada aqui tienes 5 lugares imprescindibles en Córcega para disfrutas de esta isla francesa.

5 lugares imprescindibles en Córcega

Voy directo al grano. Para mi, uno de los lugares imprescindibles es:

Cap Corse

Cap Corse es como el cuello de una botella: angosto, alargado y lleno de esencia. Esta península al norte de la isla es ideal para quienes buscan tranquilidad y autenticidad. Con paisajes que mezclan montes verdes con el azul intenso del Mediterráneo, Cap Corse es también tierra de viñedos y hierbas aromáticas como la camomila y el tomillo.

No puedes dejar de visitar la Tour Sénèque, una antigua torre genovesa desde donde obtendrás vistas que quitan el aliento. La ruta escénica D80 te llevará por pueblos costeros encantadores como Erbalunga y Centuri, este último famoso por su pesca de langostas. Es como conducir por una postal en movimiento.

Mi recomendación es que alquiles un coche pequeño, las carreteras son estrechas pero las vistas son espectaculares. No olvides zapatos cómodos.

Reserva Natural de Scandola

Situada en la costa oeste, cerca de Girolata y las Calanques de Piana, la Reserva Natural de Scandola es Patrimonio Mundial de la UNESCO y solo se puede visitar por mar. Este aislamiento ha permitido conservar una biodiversidad impresionante.

Los acantilados de roca volcánica rojiza contrastan con el azul del mar y están llenos de cuevas, aves marinas y, si tienes suerte, delfines. Navegar por Scandola es como deslizarse por un sueño geológico.

Reserva un tour en barco desde Porto o Calvi temprano por la mañana para evitar multitudes. Lleva prismáticos si te interesa el avistamiento de aves.

La Castagniccia

En el corazón montañoso de Córcega se encuentra La Castagniccia, una región que debe su nombre a los vastos bosques de castaños que la cubren. Es un lugar ideal para conectar con la historia y la naturaleza. Imagínate caminando entre senderos bordeados de árboles centenarios y cruzándote con pequeñas capillas románicas escondidas entre la vegetación. Maravilloso, ¿verdad?

Los pueblos como Piedicroce o La Porta conservan una atmósfera casi mística. Aquí, el tiempo se mide en campanadas y el silencio es un lenguaje.

Si te gusta el senderismo tranquilo este es tu sitio. Eso si, lleva algo de abrigo porque las temperaturas bajan, aún en verano.

Ajaccio

Ajaccio es mucho más que la ciudad natal de Napoleón Bonaparte. Es una ciudad vibrante con un alma pesquera y gastronómica. Su puerto está siempre en movimiento: barcos que van, redes que vienen, y restaurantes que sirven pescados frescos con ese toque de hierbas provenzales.

El casco antiguo está lleno de callejuelas encantadoras, mercados locales y terrazas ideales para tomar un vino corso al atardecer. La Casa Bonaparte y el Museo Fesch son visitas obligadas para los amantes de la historia.

Prueba la «fiadone«, un postre tradicional de queso y limón. Y si estás en la ciudad un domingo, no te pierdas el mercado local junto al puerto.

Parque Natural Regional de Córcega

Este parque ocupa casi el 40% de la isla y es un paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza salvaje. Su red de caminos incluye el famoso GR20, una de las rutas más exigentes de Europa.

Si buscas algo más accesible pero igual de impactante, explora la Garganta de Restonica y el Lago de Melo. Estos paisajes glaciares combinan el frescor de los ríos con la majestuosidad de las cumbres.

Llega temprano para evitar enconrarte llenos los parking y lleva bañador para darte un chapuzón en las pozas naturales.

Córcega es como un buen libro que, si solo hojeas, te pierdes lo mejor. Más allá de sus playas, la isla ofrece un universo de experiencias que mezclan historia, naturaleza y cultura viva. Desde las torres genovesas del norte hasta las rutas de montaña en el sur, Córcega es el lugar donde cada rincón cuenta una historia.

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Kyoto, joya de la cultura japonesa, fue la capital de Japón durante más de diez siglos hasta que el poder se trasladó a Tokio en 1600. Si estás planeando un viaje por Japón, Kyoto es un destino imprescindible. Esta ciudad es el corazón del Japón clásico, un lugar donde la historia y las tradiciones milenarias se perciben en cada rincón. Esta guia de Kyoto, la ciudad milenaria te mostrará la mezcla entre pasado y presente que la hace un lugar único y fascinante.

Guia de Kyoto, la ciudad milenaria

Kyoto es una ciudad que respira arte y cultura. Su patrimonio arquitectónico es extraordinario, con trece templos budistas, tres santuarios sintoístas, villas imperiales, más de doscientos jardines catalogados, un castillo y algunos de los mejores museos de Japón. No es de extrañar que en 1994 fuera reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Uno de los castillos más importantes es el Castillo de Nijo. Joya arquitectónica que destaca por su refinamiento. A diferencia de las fortificaciones europeas de la misma época, que solían ser rústicas, el interior del castillo de Nijo fue decorado por pintores de renombre y los mejores artesanos de la época. Quizá lo más curioso de este castillo sean los «suelos de ruiseñor«. Diseñados para emitir un leve chirrido al pisarlos, estos suelos servían como un sistema de alarma contra intrusos. Además, los jardines que rodean el castillo, con sus lagos y arbustos cuidadosamente diseñados, son una obra maestra de la jardinería japonesa.

Si hay algo que no puedes perderte en Kyoto, son sus templos. El Kinkaku-ji, o Templo Dorado, es uno de los más icónicos. Cubierto completamente de pan de oro, este templo se refleja de manera espectacular en el estanque que lo rodea. Su interior alberga reliquias de Buda, pero lo que realmente impresiona es cómo el edificio se integra perfectamente con el paisaje que lo rodea.

Otro templo destacable es el Ginkaku-ji, conocido como el Templo Plateado. Aunque nunca fue recubierto de plata como se planeó originalmente, su sencillez y sus hermosos jardines lo convierten en un lugar de paz y reflexión.

Si prefieres centrarte en los paseos y disfrutar de uno muy tranquilo, el «Tetsugaku no michi» o Paseo del Filósofo es una excelente opción. Este camino junto a un canal está flanqueado por tiendas de artesanos locales y pequeños templos, además de impresionantes jardines Zen y bosques de bambú. Si tienes suerte, podrías ser invitado a disfrutar de un té tradicional en uno de estos templos.

Por otro lado, el Santuario de Fushimi Inari Taisha es famoso por sus túneles de puertas torii rojas que se extienden durante kilómetros. Caminar por este recorrido, que tarda alrededor de dos horas, es una experiencia inolvidable. Estas puertas forman un paisaje casi mágico y ofrecen excelentes oportunidades para fotografías.

Aunque la foto no refleja lo imponente, por el cielo tan gris, se puede ver lo imponente de los tuneles.

Uno de los barrios más conocidos es Gion, que data de la Edad Media y es el epicentro de las geishas en Japón. Este lugar conserva su arquitectura clásica con casas de madera y calles adoquinadas. Si tienes suerte, podrás ver a geishas reales caminando por sus calles, vestidas con kimonos de seda y maquilladas con su característico rostro blanco y labios rojos. Estas mujeres son verdaderas artistas de la danza y la música clásica japonesa, y también destacan por su maestría en la ceremonia del té. Nada que ver con la imagen que se ha podido trasladar en el resto del mundo.

Cerca de Gion se encuentra la calle Pontocho, una de las más bellas de la ciudad. Paralela al río Komogawa, esta calle ha resistido al paso del tiempo y está llena de restaurantes que ofrecen comida tradicional japonesa. Uno de los platos más representativos de Kyoto es el Kaiseki, un menú de varios pequeños platos cuidadosamente elaborados que deleitan tanto el paladar como la vista.

El distrito de Arashiyama es otro lugar que no puedes dejar de visitar. Aquí se encuentra el famoso bosque de bambú, un lugar que muchos consideran casi sagrado. Caminar entre los altos tallos de bambú, mientras el viento crea un sonido único al pasar entre ellos, es una experiencia realmente única. Este bosque lleva al templo zen de Tenryu-ji, un lugar que refleja el espíritu sintoísta y la serenidad que caracteriza a Kyoto.

Si tienes la suerte de visitar Kyoto en primavera, te maravillarás con la belleza de los cerezos en flor. Este espectáculo natural es un verdadero regalo para la vista y atrae tanto a turistas como a locales.

A pesar del paso del tiempo, Kyoto ha logrado mantener su esencia. Sus tradiciones, cultura y belleza natural siguen siendo una parte fundamental de lo que hace a esta ciudad tan especial. Desde sus templos dorados hasta sus calles llenas de historia, Kyoto es un destino que no solo se visita, sino que se vive.

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Europa es un continente lleno de historia, cultura y, por supuesto, belleza visual. Para los amantes de la fotografía, encontrar ciudades que se presten a capturar momentos únicos es una búsqueda apasionante. La idea es preparar un listado con las 10 ciudades más fotogénicas de Europa, basándonos en su arquitectura, paisajes, y su capacidad para generar imágenes que cuentan historias. Ya uses una cámara réflex, una sin espejo o tu móvil, estos lugares te facilitarán fotografías únicas.

Las 10 ciudades más fotogénicas de Europa

Praga, República Checa

Praga es conocida como la «Ciudad de las Cien Torres», y no es para menos. Esta joya del centro de Europa combina arquitectura gótica y barroca con una historia que se refleja en cada calle adoquinada. Si hay un lugar que te permitirá capturar la magia de esta ciudad, es el famoso Puente de Carlos. Al amanecer, las primeras luces del sol atraviesan la niebla que se cierne sobre el río Moldava, creando un ambiente místico ideal para una foto con atmósfera dramática.

Además, desde el Castillo de Praga, se obtiene una vista panorámica perfecta de la ciudad. Fotográficamente, puedes jugar con el contraste entre las torres de las iglesias y el cielo a diferentes horas del día. Para fotografía nocturna, la Plaza de la Ciudad Vieja iluminada es una delicia.

• Usa una lente gran angular (16-35mm) para capturar la amplitud del Puente de Carlos.
• Para fotos nocturnas en la Plaza de la Ciudad Vieja, ajusta tu ISO a 800 o más y usa un trípode para largas exposiciones que resalten las luces y sombras.

Venecia, Italia

Venecia es una ciudad que parece diseñada específicamente para ser fotografiada. Su red de canales, los edificios que parecen flotar sobre el agua, y los góndolas que cruzan tranquilamente te permitirán experimentar con reflejos y simetrías. El Gran Canal es, por supuesto, el lugar principal para obtener esas fotos clásicas de Venecia. La luz que atraviesa los canales al atardecer es simplemente mágica.

Si te adentras en sus calles más estrechas, descubrirás rincones menos turísticos donde la luz se filtra entre los edificios, ideal para fotografía de calle. La Plaza de San Marcos es una parada obligatoria, tanto de día como de noche, pero asegúrate de madrugar si quieres evitar las multitudes.

• Para fotos de reflejos, usa una apertura pequeña (f/11 o mayor) para mantener todo enfocado.
• Las luces doradas del atardecer en el Gran Canal son perfectas para jugar con la temperatura de color en la postproducción, resalta los tonos cálidos.

Edimburgo, Escocia

La capital escocesa es un sueño para cualquier fotógrafo que busque capturar una mezcla de historia y naturaleza. Desde el imponente Castillo de Edimburgo hasta las estrechas calles de la Ciudad Vieja, esta ciudad ofrece una rica paleta de colores, texturas y composiciones.

Arthur’s Seat es un mirador natural desde donde puedes obtener una panorámica impresionante de la ciudad, ideal para fotografía de paisajes. Además, las calles adoquinadas de la Royal Mile al atardecer, cuando los rayos de sol crean sombras alargadas, ofrecen un ambiente dramático.

• En Arthur’s Seat, utiliza una lente de teleobjetivo (70-200mm) para comprimir la perspectiva y capturar los detalles de la ciudad desde lejos.
• Para los paisajes urbanos, una apertura media (f/8) te dará nitidez tanto en primer plano como en el fondo.

Santorini, Grecia

Las imágenes de las casas blancas con techos azules en Santorini son icónicas. Esta pequeña isla en el mar Egeo es un verdadero paraíso para la fotografía de paisajes. Oia, en particular, es famosa por sus espectaculares puestas de sol. Si puedes resistir la tentación de capturar la clásica toma de la iglesia con las cúpulas azules, puedes adentrarte en la isla para hacer fotografías diferentes. Podrás encontrar una mezcla de colores y texturas perfectas para la fotografía callejera.

El contraste entre el blanco puro de las edificaciones y el azul intenso del mar crea una dinámica visual potente que es difícil de encontrar en otros lugares.

• Para las puestas de sol, juega con la subexposición para obtener cielos más dramáticos, ajusta el EV en -1 o -2 para captar los colores del atardecer.
• Utiliza un filtro polarizador para reducir los reflejos en el agua y aumentar el contraste entre el cielo y las casas blancas.

Ámsterdam, Países Bajos

Ámsterdam es famosa por sus canales, sus puentes y su arquitectura de casas angostas. Esta ciudad ofrece oportunidades fotográficas tanto de día como de noche, y sus reflejos en el agua son un elemento a tener en cuenta. En primavera, los campos de tulipanes cerca de la ciudad son el sueño de cualquier fotógrafo de paisajes, y en otoño, los canales bordeados de árboles que cambian de color ofrecen imágenes espectaculares.

El Barrio Rojo al anochecer también ofrece una mezcla interesante de luces de neón y reflejos en los canales. Si lo tuyo es la fotografía de arquitectura, pasear por el Jordaan te permitirá capturar la esencia de las casas tradicionales holandesas.

• Usa una lente de focal fija (35mm o 50mm) para capturar la arquitectura con líneas rectas y detalles.
• Un filtro ND te permitirá realizar largas exposiciones en los canales durante el día, suavizando el agua y creando un efecto de movimiento en las nubes.

París, Francia

La ciudad del amor es también una de las ciudades más fotogénicas del mundo. Desde la icónica Torre Eiffel hasta los encantadores cafés parisinos, cada rincón de París parece sacado de una postal. El Sena ofrece múltiples puntos para capturar la Torre Eiffel con reflejos en el agua, y si te aventuras a Montmartre, tendrás vistas impresionantes de la ciudad desde la colina del Sacré-Coeur.

No olvides visitar el Museo del Louvre, cuya pirámide de cristal es un excelente sujeto para fotografía arquitectónica moderna.

• Para la Torre Eiffel de noche, utiliza un ISO bajo (100-200) y una exposición larga (10-15 segundos) para capturarla iluminada sin ruido.
• En Montmartre, un lente gran angular será tu aliado para capturar la amplitud de las vistas desde el Sacré-Cœur.

Budapest, Hungría

Dividida por el majestuoso río Danubio, Budapest es una ciudad que combina arquitectura histórica y puentes impresionantes. Desde el Puente de las Cadenas hasta el Parlamento Húngaro, hay innumerables oportunidades para capturar imágenes espectaculares. Si buscas una vista panorámica, sube al Bastión de los Pescadores, desde donde puedes ver todo el perfil de la ciudad, especialmente al atardecer cuando las luces comienzan a encenderse.

• Fotografía el Parlamento desde el otro lado del río, usando un teleobjetivo para resaltar su simetría y detalles.
• En el Bastión de los Pescadores, usa un trípode y juega con largas exposiciones para capturar el tráfico sobre el Puente de las Cadenas y las luces de la ciudad.

Lisboa, Portugal

Lisboa ofrece una mezcla de colinas, tranvías y una arquitectura única. El Mirador de Santa Catarina ofrece vistas espectaculares del atardecer sobre el río Tajo. Los tranvías amarillos que recorren las estrechas calles de Alfama son otro gran sujeto fotográfico, añadiendo un toque vintage a tus imágenes.

El barrio de Belém, con la icónica Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos, te permitirá capturar la historia de la ciudad.

• Utiliza un objetivo gran angular para capturar los paisajes desde los miradores.
• Juega con la velocidad de obturación para capturar el movimiento de los tranvías.

Florencia, Italia

Florencia es una obra de arte en sí misma. La ciudad de los Medici ofrece una mezcla impresionante de arquitectura renacentista, arte y paisajes. Desde el Ponte Vecchio, puedes capturar el río Arno reflejando los edificios históricos. La Catedral de Santa Maria del Fiore, con su famosa cúpula, es un punto de referencia increíble para la fotografía arquitectónica.

Sube al mirador de Piazzale Michelangelo para obtener una vista panorámica de toda la ciudad, especialmente hermosa al atardecer.

• Para fotos del Ponte Vecchio, usa un polarizador para minimizar los reflejos en el agua y resaltar los colores de los edificios.
• En el Piazzale Michelangelo, experimenta con la técnica del bracketing para capturar la escena tanto en luces altas como en sombras profundas.

Reykjavík, Islandia

Aunque más pequeña que otras ciudades en esta lista, Reykjavík destaca por ser la puerta de entrada a algunos de los paisajes naturales más impresionantes del mundo. El Harpa Concert Hall, con su diseño geométrico de vidrio, es ideal para fotografía arquitectónica moderna. A las afueras de la ciudad, la Cascada Gullfoss y el Círculo Dorado son perfectos para fotografía de paisajes.

Si tienes suerte, puedes capturar la Aurora Boreal desde los alrededores de la ciudad, lo que convierte a Reykjavík en un destino fotográfico único.

• Usa una lente ultra gran angular (10-24mm) para capturar paisajes vastos y auroras boreales.
• Para la Aurora, ajusta el ISO entre 800 y 3200, con aperturas amplias (f/2.8) y tiempos de exposición de 10-20 segundos para captar su movimiento sin perder detalle.

Estas diez ciudades no solo ofrecen oportunidades visuales impresionantes, sino también experiencias culturales ricas y variadas. Ya sea que viajes con una cámara profesional o solo tu teléfono, cada uno de estos destinos te inspirará a capturar su belleza de formas únicas. Así que, ¡prepara tu equipo y sal a descubrir Europa a través de la cámara!

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Europa no solo es conocida por sus grandes ciudades y sus destinos turísticos clásicos. Existen muchas otras joyas ocultas y menos concurridas que ofrecen una experiencia visual igual de fascinante para los fotógrafos. En este artículo, veremos las 10 ciudades más fotogénicas de Europa (II) para seguir ampliando la colección de fotografías.

Las 10 ciudades más fotogénicas de Europa (II)

Dubrovnik, Croacia

Dubrovnik, conocida como la «Perla del Adriático», es una ciudad amurallada que se eleva directamente desde el mar. Su casco antiguo, con sus callejuelas empedradas y techos de tejas rojas, es una joya para la fotografía arquitectónica. El paseo por la Muralla de Dubrovnik ofrece vistas impresionantes del mar Adriático por un lado y de la ciudad medieval por el otro.

Una de las mejores horas para fotografiar Dubrovnik es el atardecer, cuando el sol se pone detrás de las murallas, iluminando la ciudad con tonos dorados.

Intenta utilizar un dron, si está permitido, para capturar vistas aéreas únicas del casco antiguo rodeado por el mar, además, para los detalles arquitectónicos, una lente de 24-70mm te permitirá obtener buenas tomas de las estructuras antiguas desde diferentes ángulos.

Tallin, Estonia

Tallin es una mezcla encantadora de lo medieval y lo moderno. El casco antiguo es un laberinto de calles adoquinadas, torres y casas de colores que parecen haber salido directamente de un cuento de hadas. Desde el Mirador de Kohtuotsa, puedes obtener una vista panorámica impresionante de los techos de la ciudad.

El contraste entre los modernos rascacielos de la parte nueva de la ciudad y el antiguo casco histórico ofrece una narrativa visual interesante que puede ser explotada desde el punto de vista fotográfico.

Usa una lente de 50mm para capturar los detalles de las calles y los tejados desde los miradores. Si lo que vas buscando es fotografía nocturna, ajusta tu cámara para capturar las luces suaves que envuelven la ciudad, con un ISO moderado (400-800) para evitar demasiado ruido.

Bruges, Bélgica

Bruges es una ciudad que parece haberse congelado en el tiempo. Sus canales, sus casas medievales y sus calles empedradas la hacen un lugar perfecto para los fotógrafos que buscan capturar el ambiente de una ciudad antigua. El Campanario de Brujas es el punto central de la ciudad y un excelente lugar para obtener una vista elevada del casco antiguo.

Los canales de la ciudad ofrecen reflejos perfectos, y en invierno, cuando la ciudad está nevada, las fotos adquieren una atmósfera casi mágica.

Juega con las largas exposiciones en los canales durante el amanecer o al atardecer para obtener reflejos cristalinos. También puedes utilizar un teleobjetivo para destacar los detalles góticos del campanario y los edificios circundantes.

Ljubljana, Eslovenia

Ljubljana, la capital de Eslovenia, es una de las ciudades más verdes de Europa, y esto se refleja en su belleza fotográfica. El Castillo de Ljubljana, situado en una colina, te ofrece una vista panorámica perfecta de la ciudad y los Alpes Julianos al fondo. El río Ljubljanica, que atraviesa la ciudad, está bordeado por cafés, puentes y arquitectura barroca.

El Puente Triple y el Dragón de Ljubljana son puntos icónicos que ofrecen composiciones interesantes tanto para fotografía urbana como arquitectónica.

Para capturar la ciudad desde el castillo, usa una lente gran angular para obtener la amplitud del paisaje. Podrás fotografiarlo mucho mejor. Experimenta con el uso de reflejos en el río Ljubljanica para obtener composiciones simétricas.

Copenhague, Dinamarca

La capital danesa es una mezcla perfecta de modernidad y tradición. El colorido puerto de Nyhavn es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad, con sus edificios históricos pintados en tonos brillantes que se reflejan en el agua. Tivoli Gardens es otro lugar que ofrece imágenes fascinantes, especialmente durante la temporada navideña, cuando las luces decoran los jardines.

El moderno edificio de la Ópera de Copenhague, con su arquitectura contemporánea, ofrece un interesante contraste con la ciudad antigua.

Utiliza una lente de 24-70mm para capturar las líneas arquitectónicas modernas de la Ópera y el contraste con el puerto histórico de Nyhavn. Para fotos nocturnas en los jardines de Tivoli, un trípode y una exposición larga resaltarán las luces sin perder detalles en las sombras.

Bergen, Noruega

Bergen es una ciudad de fiordos rodeada por montañas. El área de Bryggen, con sus coloridas casas de madera, es uno de los puntos más icónicos para la fotografía. Bergen también es una puerta de entrada a algunos de los fiordos más impresionantes de Noruega, como el Sognefjord, donde la naturaleza te brinda paisajes asombrosos.

Sube al Monte Fløyen para una vista panorámica impresionante de la ciudad y los fiordos circundantes. Las condiciones meteorológicas en Bergen son cambiantes, lo que añade un toque dramático a las fotos.

Usa una lente de 16-35mm para capturar la amplitud de los paisajes desde el Monte Fløyen. Si además, usas un filtro polarizador te ayudará a reducir los reflejos en el agua de los fiordos y resaltar los colores intensos del paisaje.

Zúrich, Suiza

Zúrich no solo es un centro financiero, sino también una ciudad increíblemente fotogénica, con su lago, sus montañas circundantes y su arquitectura histórica. El Lago de Zúrich ofrece una vista espectacular de la ciudad con los Alpes al fondo, especialmente en días claros.

Paseando por el casco antiguo, te encontrarás con estrechas calles adoquinadas, iglesias góticas y una mezcla de arquitectura medieval y moderna.

Para fotografía el lago, puedes utilizar un teleobjetivo para capturar la perspectiva de la ciudad con los Alpes al fondo. Si lo que quieres es fotografiar el casco antiguo, un objetivo de 35mm o 50mm será ideal para capturar los detalles y la atmósfera de las calles.

Kotor, Montenegro

Kotor, en la bahía del mismo nombre, es una ciudad amurallada situada en uno de los paisajes más espectaculares del Mediterráneo. Las murallas de Kotor ofrecen una vista increíble de la bahía y las montañas que la rodean, un lugar ideal para la fotografía de paisajes.

El casco antiguo, con sus calles estrechas y plazas pintorescas, ofrece un ambiente medieval que es perfecto para la fotografía de calle.

Para capturar la bahía desde las murallas, usa una lente gran angular para abarcar tanto el agua como las montañas. Para fotografiar las estrechas calles del casco antiguo, experimenta con la luz natural que se filtra entre los edificios para obtener tomas atmosféricas.

Riga, Letonia

Riga es una ciudad que combina lo mejor de la arquitectura art nouveau y medieval. El casco antiguo de Riga es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y está lleno de iglesias góticas, plazas encantadoras y edificios modernistas. El Mercado Central de Riga, uno de los más grandes de Europa, también es un excelente lugar para fotografía de calle y documental.

El Museo de la Ocupación y la Iglesia de San Pedro son lugares clave para capturar tanto la historia como la arquitectura de la ciudad.

Para fotografiar el casco antiguo, una lente de 35mm te permitirá capturar tanto los detalles arquitectónicos como las escenas callejeras. Si prefieres el mercado central, juega con las luces y sombras para destacar la actividad y los colores vibrantes del lugar.

Salzburgo, Austria

Famosa por ser el lugar de nacimiento de Mozart, Salzburgo es una ciudad encantadora situada junto al río Salzach. El Casco Antiguo de Salzburgo, con su arquitectura barroca, es perfecto para la fotografía urbana. El Castillo de Hohensalzburg ofrece vistas panorámicas inmejorables de la ciudad y los Alpes.

La cercanía de los Lagos del Salzkammergut añade otro elemento fotogénico, con sus paisajes de montañas y aguas cristalinas.

Deberías usar un teleobjetivo si quieres fotografiar la ciudad desde el Castillo de Hohensalzburg, resaltarás el contraste entre la arquitectura y las montañas. Si quieres fotografiar los lagos, experimenta con exposiciones largas para suavizar el agua y capturar el movimiento de las nubes.

Como ves, en Europa hay una gran cantidad de ciudades con un encanto que no te podrás resistir fotografiar.

El post Las 10 ciudades más fotogénicas de Europa (II) apareció primero en Antonio Mejias - cyfuss. No olvides pasarte por allí y saludar.

La fotografía en blanco y negro (B&N) tiene la capacidad de transformar escenas ordinarias en imágenes profundas, dramáticas y atemporales. Este estilo elimina la distracción del color y centra nuestra atención en elementos esenciales como la luz, la textura y la composición. Aquí vamos a ver cuándo y cómo usar la fotografía en blanco y negro para lograr un mayor impacto visual y expresar tu creatividad de manera técnica y cercana.

Cuándo y cómo usar la fotografía en blanco y negro

Elegir tomar una foto en blanco y negro no es simplemente una cuestión de estilo, sino una decisión creativa que altera radicalmente la forma en que una imagen es percibida. No olvides que estás eliminando los colores vibrantes y nos permite concentrarnos en la textura y el detalle, en las luces y sombras y en la atemporalidad del momento.

Piensa que:

• Los tonos monocromáticos realzan los detalles y texturas, dando mayor protagonismo a superficies, contornos y patrones.
• La fotografía en B&N da una importancia especial al juego de luces y sombras, lo que ayuda a construir una atmósfera emocional y un fuerte contraste.
• Al simplificar la imagen, el B&N intensifica las emociones y crea una conexión directa entre el espectador y la escena.
• Las fotos en blanco y negro a menudo tienen un carácter universal, libre de la influencia de tendencias de color o moda, lo que les confiere un carácter clásico.

Para saber cuándo aplicar el blanco y negro en tus fotos, considera estas situaciones y temas donde este estilo suele tener un efecto más potente:

Retratos

La ausencia de color en los retratos puede hacer que los rostros hablen por sí mismos. Las líneas de expresión y los ojos captan toda la atención. Fotografiar en B&N en estos casos enfatiza la personalidad y el estado emocional de la persona, sobre todo cuando hay buenos contrastes de luz.

Paisajes y Naturaleza

El blanco y negro es excelente para paisajes llenos de texturas como montañas rocosas, dunas de arena o cielos dramáticos. Sin embargo, su uso en naturaleza debe ser específico: un bosque puede no tener el mismo efecto en B&N que un paisaje árido o lleno de estructuras imponentes. Escoge escenas donde la textura y el contraste sobresalgan.

Arquitectura y Estructuras

Para la fotografía arquitectónica, el B&N enfatiza líneas, patrones y geometría, eliminando distracciones. Este enfoque minimalista resalta los detalles arquitectónicos y la simetría.

Fotografía Urbana y de Calle

Las escenas urbanas en blanco y negro resaltan la crudeza y la autenticidad del entorno. Las calles, grafittis, sombras duras y reflejos se ven intensamente dramáticos y llenos de vida.

Fotografía Nocturna

La fotografía en B&N se presta bien para capturar escenas nocturnas. Las sombras profundas y las luces artificiales crean contrastes que pueden resaltar en B&N, especialmente si la escena está llena de puntos de luz intensa.

Para capturar la esencia de la fotografía en blanco y negro, hay varios factores técnicos que debes tener muy presente y dominar:

• La luz es uno de los elementos más importantes en la fotografía en B&N. Los ángulos de luz intensifican las sombras y añaden profundidad. Prueba con luz directa en retratos o escenas con iluminación fuerte para lograr efectos dramáticos, o utiliza luz difusa en momentos más suaves.
• El contraste puede hacer que una fotografía en B&N pase de ser interesante a impresionante. Elige escenas donde haya una variación clara entre áreas de luz y sombra para darle fuerza a la imagen. Juega con el rango dinámico, manteniendo detalles tanto en las altas luces como en las sombras.
• El blanco y negro resalta los detalles de la textura que a menudo quedan opacados por el color. Superficies como piedra, metal, piel y madera cobran vida cuando el color no distrae. Experimenta con enfoques cercanos para capturar texturas, ya que cada surco y arruga cuenta una historia.
• La gama de grises en una foto en B&N debe tener una buena tonalidad: ni muy plana ni excesivamente contrastada. Trabaja con sombras medias y sombras profundas, jugando con la edición para definir bien las zonas claras y oscuras y así dar dimensión a la imagen.
• El enfoque en B&N es clave, ya que los detalles cobran más relevancia. Una profundidad de campo más baja puede hacer que el sujeto destaque al desdibujar el fondo en retratos o fotos de calle. Experimenta con aperturas de f/2.8 o f/4 en retratos y detalles para resaltar el sujeto, mientras que una mayor profundidad funciona bien para arquitectura y paisajes.

Aunque puedas pasar tus fotos a B&N en edición, realizar las capturas directamente en modo monocromático te ayudará a visualizar cómo afectará el cambio al color. Algunos ajustes recomendados:

• Asegúrate de disparar en formato RAW para capturar toda la información y mayor rango dinámico. Esto permite un control preciso en edición, donde puedes ajustar la exposición, el contraste y la nitidez sin perder calidad.
• Algunas cámaras ofrecen un control de contraste específico para B&N. Aumentar este contraste durante la captura permite que el sensor registre una imagen más impactante.
• Utiliza ISO bajo para evitar el ruido, que en B&N puede convertirse en un grano molesto. Sin embargo, si buscas un estilo más nostálgico, un ISO alto puede añadir un efecto de grano en tus fotos.

La edición es una parte importante también en este tipo de fotografías. No es habitual hacer las fotos directamente en blanco y negro así que la post-producción es algo prácticamente obligatorio para lograr un estilo en blanco y negro que se adapte a la historia que quieres contar.

• Sube el contraste y ajusta los niveles de luz para crear una imagen potente. Utiliza los ajustes de «Blancos», «Sombras», «Negros» y «Claridad» para añadir profundidad. En Lightroom, las herramientas de «Curva de tonos» te permiten controlar con precisión los tonos.
• Aunque la foto no tenga color, las herramientas de mezcla de colores permiten ajustar cómo influyen los tonos originales en la imagen B&N. En Lightroom o Photoshop, puedes manipular el brillo de cada color (azul, rojo, verde) en blanco y negro para mejorar la separación tonal.
• El grano es una opción creativa que añade textura y un aire vintage. Experimenta con niveles suaves de grano en Lightroom o Photoshop para un toque más «analógico». Úsalo con moderación, ya que demasiado grano puede parecer ruido digital.
• Las viñetas son un recurso para centrar la atención en el sujeto y crear una atmósfera más envolvente. Al aplicar una viñeta oscura, creas un borde que lleva al espectador al centro de la imagen. Mantén el efecto suave y sutil para no quitar naturalidad.
• El “dodge & burn” es una técnica avanzada para aclarar o oscurecer áreas específicas de la foto. Esto ayuda a resaltar detalles o a crear sombras más profundas en ciertas partes de la imagen. Es útil en retratos para dar más dimensión al rostro o en paisajes para crear una atmósfera específica.

Como puedes ver la fotografía en blanco y negro es una forma de expresión poderosa, una forma de contar historias sin distracciones y un modo de crear imágenes que trascienden el tiempo. Recuerda, más allá de los elementos técnicos, que una buena foto en B&N requiere una visión clara y la intención de transmitir una historia al espectador.

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El Madrid de los Austrias es una de las zonas más emblemáticas de Madrid. Con un legado arquitectónico que se remonta al siglo XVI, este barrio es un testimonio de la evolución de Madrid bajo el reinado de los Habsburgo. Sus calles adoquinadas, plazas majestuosas y edificios centenarios convierten cada paseo en un viaje en el tiempo.

El Madrid de los Austrias

La dinastía de los Habsburgo, también conocida como la Casa de Austria, gobernó España desde Carlos I hasta Carlos II. Durante este período, Madrid experimentó una transformación urbanística sin precedentes. En 1561, Felipe II trasladó la corte a Madrid, impulsando la construcción de plazas, conventos y palacios que hoy forman parte del casco histórico.

Esta zona se caracteriza por un estilo arquitectónico austero pero elegante, con influencias renacentistas y barrocas. Un paseo por el Madrid de los Austrias permite entender cómo la capital adquirió su identidad monumental.

Lugares dentro del Madrid de los Austrias:

Puerta del Sol

La Puerta del Sol, epicentro de Madrid y punto de referencia para viajeros, donde puedes encontrar:

• Kilómetro Cero: Lugar de inicio de todas las carreteras radiales de España.
• Estatua del Oso y el Madroño: Símbolo de Madrid.
• Casa de Correos: Famosa por su reloj, protagonista de las campanadas de Nochevieja.

Plaza Mayor

Construida en el siglo XVII bajo Felipe III, la Plaza Mayor es uno de los espacios más impresionantes del Madrid histórico. Sus principales atractivos incluyen:

• Casa de la Panadería: Con frescos en su fachada.
• Casa de la Carnicería: Edificio histórico frente a la Panadería.
• Estatua de Felipe III: Centro neurálgico de la plaza.

Hoy en día, la plaza es escenario de mercados navideños, eventos culturales y terrazas donde disfrutar de un buen bocadillo de calamares.

Palacio Real

El Palacio Real de Madrid es uno de los más grandes de Europa y un ejemplo del esplendor borbónico. Aunque la familia real no reside en él, sigue siendo el escenario de actos oficiales. No te pierdas:

• Los Jardines de Sabatini: Un lugar ideal para relajarse con vistas al palacio.
• La Plaza de Oriente: Rodeada de esculturas de antiguos monarcas.
• La Catedral de la Almudena: Frente al palacio, con una cúpula impresionante.

Plaza de la Villa

Uno de los rincones más antiguos de la ciudad, donde se pueden ver:

• Casa de la Villa: Antiguo ayuntamiento de Madrid.
• Casa de Cisneros: Edificio del siglo XVI con una fachada renacentista.
• Torre de los Lujanes: Una de las construcciones civiles más antiguas de la capital.

Si buscas lugares menos concurridos pero llenos de historia, debes visitar:

• El Convento de las Descalzas Reales: Con una impresionante colección de arte sacro.
• Monasterio de la Encarnación: Lugar de gran importancia religiosa y cultural.
• Casa de Lope de Vega: Museo dedicado al célebre dramaturgo del Siglo de Oro.

Si ya estás convencido y vas a visitar Madrid, deberias ir en primavera y otoño, donde el clima es mucho más agradable. Aprovechar y patear toda la zona centro para disfrutar de todas las callecitas o usar el metro para cambiar de barrios. El coche es imposible, y por supuesto, disfrutar de la gastronomía que ofrecen los bares históricos que encuentras por la zona. Del vermut… ya lo hablamos en otro momento.

Recorrer el Madrid de los Austrias es sumergirse en siglos de historia, arte y tradición. Desde sus plazas hasta sus callejones escondidos, cada rincón cuenta una historia que merece ser descubierta. Personalmente es la zona que más me conquistó de Madrid.

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